El Centro Aeroespacial Alemán (DLR) empezó a probar y desarrollar sistemas de propulsión «innovadores» basados en pilas de combustible de hidrógeno con una potencia del orden de megavatios. El centro puso en funcionamiento el campo de pruebas BALIS en Empfingen el pasado 28 de octubre de 2024.
En la actualidad, estos sistemas de propulsión aún no están disponibles comercialmente. En el futuro, podrán utilizarse en diversos medios de transporte, según el DLR.
Como parte del proyecto BALIS, el DLR está desarrollando y probando sistemas de pilas de combustible con una potencia de unos 1,5 megavatios, que podrían alimentar buques en el futuro.
Según se dio a conocer, el Ministerio Federal de Digital y Transporte de Alemania (BMDV) financia el campo de pruebas BALIS con 26 millones de euros.
«La apertura del campo de pruebas es un paso decisivo en el camino hacia la neutralidad climática en 2045. El transporte se enfrenta a grandes retos y el hidrógeno nos ofrece la oportunidad de desarrollar e implantar sistemas de propulsión sin emisiones para diferentes modos de transporte», indicó Hartmut Höppner, secretario de Estado del BMDV.
«Con una financiación específica, estamos apoyando la investigación y el desarrollo para crear soluciones innovadoras y, en última instancia, comercializables. Junto con la industria y la ciencia, estamos sentando las bases de la movilidad sostenible», agregó el representante.
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Objetivo de BALIS
El complejo y modular campo de pruebas BALIS permite examinar exhaustivamente componentes individuales y sistemas de propulsión completos: Esto incluye el propio sistema de pilas de combustible, los motores eléctricos, la infraestructura de los depósitos, y la tecnología de control y regulación.
Debido a su estructura flexible y a la metodología de investigación asociada, se dice que la instalación es «única en el mundo», ya que todas las partes de la instalación se alojan en contenedores. El responsable del proyecto es el Instituto de Termodinámica Técnica del DLR.
Además de instalar y poner en funcionamiento el campo de pruebas, el DLR está construyendo su propio sistema de propulsión eléctrica de megavatios de potencia, que consta de un sistema de pila de combustible, un depósito de hidrógeno, un motor eléctrico, componentes de control y electrónica de potencia.
Todo esto convierte al DLR en una de las primeras instituciones en disponer de un sistema de este tipo, que puede utilizarse para registrar, comprender y cualificar de forma fundamental todos los pasos del proceso de un sistema de propulsión por pila de combustible.
Hidrógeno líquido
Otro foco de investigación de la infraestructura de pruebas BALIS es la manipulación de hidrógeno líquido (LH2) en grandes cantidades para el funcionamiento de todo el sistema de propulsión.
Para ello, el DLR está construyendo actualmente un tanque de pruebas y la infraestructura de repostaje necesaria con una financiación adicional de unos 3 millones de euros.
En términos de volumen de almacenamiento, el hidrógeno líquido tiene una mayor densidad de almacenamiento que el hidrógeno gaseoso, por lo que la licuefacción, el almacenamiento y la transmisión del hidrógeno imponen requisitos especiales a la infraestructura para mantener constantes la presión y la temperatura.
Para los próximos tres años, el entorno de pruebas BALIS ya está a pleno rendimiento con proyectos de investigación y proyectos de cooperación con socios industriales. Entre las empresas con las que colabora el DLR figuran start-ups, medianas empresas consolidadas y actores globales.