Geo Biogas & Carbon anunció a mediados de la semana pasada una asociación con la Cooperación Alemana-Brasileña para el Desarrollo Sostenible (GIZ) para la primera planta en Brasil para producir combustible de aviación sostenible (SAF) a partir de biogás, junto con Copersucar.
El objetivo es desarrollar un modelo de producción sostenible a escala comercial, utilizando residuos de biomasa como fuente de carbono biogénico.
El proyecto supone una inversión de 7,8 millones de euros, de los cuales 1,5 millones procederán del Ministerio alemán de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ), que ejecutará la GIZ en el marco del programa develoPPP.
La empresa espera poner en funcionamiento una planta de producción de SAF de demostración en 2025, y el plan es producir 100.000 litros al año.
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Europa como destino
Según una publicación de eixos, el CEO de Geo Biogas & Carbon, Alessandro Gardemann, dijo que, además del mercado interno de SAF, que tiende a ganar tracción con la política de Combustible para el Futuro sancionada esta semana, hay un enorme potencial para que Brasil se posicione como exportador de combustible de aviación.
«Los europeos, especialmente, no quieren nada que sea comida contra combustible. Solo trabajamos con residuos. Así que entramos dentro de sus mandatos de combustible avanzado. Por lo que, naturalmente, deberíamos obtener una prima significativa en el mercado europeo», indicó.
La Unión Europea (UE), a través del paquete Fit for 55 y la iniciativa ReFuelEU Aviation, ha fijado objetivos para reducir las emisiones netas en al menos 55% para 2030, en comparación con los niveles de 1990, y lograr la neutralidad climática para 2050.
Combustible para el Futuro establece que, a partir de 2027, los operadores aéreos estarán obligados a reducir las emisiones en los vuelos nacionales mediante el uso de SAF. Los objetivos comienzan con una reducción del 1% y aumentan gradualmente hasta alcanzar el 10% en 2037.
«Vamos a tener un mandato de SAF en Brasil también. Pero creo que Brasil tiene tantas opciones que no tenemos por qué competir aquí», añadió Gardemann.
Colaboración internacional
Geo y la GIZ colaborarán para establecer una cooperación internacional entre universidades e institutos de investigación brasileños y alemanes, y para apoyar la certificación de la cadena de producción, desde su origen, y la regulación del biocombustible en Brasil.
Uno de los objetivos de esta asociación es compartir la experiencia de la planta con otras empresas y multiplicadores para que el proyecto pueda ser replicado por otros inversores. Con Copersucar, Geo trabajará en la implementación y operación de la planta.
Para la GIZ, «es muy gratificante formar parte de este momento histórico», afirmó Markus Francke, director del Cluster de Energía y Transformación Urbana y del proyecto H2 Brasil de la GIZ Brasil.
«Esta asociación marca la primera gran reunión de personas clave del sector para celebrar acciones reales y concretas para la sostenibilidad y la descarbonización de la aviación, capaces de generar crecimiento económico, empleo y una transición energética justa», añadió.