La Organización Marítima Internacional (IMO, por sus siglas en inglés) anunció un acuerdo histórico entre sus 176 estados miembros para establecer el primer marco regulatorio global vinculante que busca eliminar progresivamente las emisiones de carbono en el transporte marítimo.
El llamado «Marco Cero Neto de la IMO» introduce tres pilares fundamentales: un estándar obligatorio de combustibles limpios para buques, un sistema de precios por emisiones que superen umbrales establecidos y un mecanismo de compensación para navíos contaminantes.
La medida fue respaldada por 63 naciones, incluyendo potencias marítimas como China, los países de la Unión Europea, Reino Unido, India y Canadá.
Sin embargo, el acuerdo enfrentó la oposición de 16 naciones dependientes de combustibles fósiles como Arabia Saudita, Rusia y Venezuela, mientras que 25 estados, incluyendo varias islas del Pacífico que exigían metas más ambiciosas, optaron por abstenerse.
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Retiro controvertido de EE.UU.
El gobierno estadounidense abandonó las negociaciones previo a la votación, marcando otro distanciamiento de las políticas climáticas internacionales.
La administración Trump, que en enero retiró formalmente a EE.UU. del Acuerdo de París, había calificado previamente la propuesta de la IMO como «económicamente perjudicial«.
En un comunicado posterior al voto, el Departamento de Estado de EE.UU. advirtió que tomará «medidas recíprocas» contra cualquier cargo económico que afecte a navíos estadounidenses bajo el nuevo esquema regulatorio.
Desafíos de un sector clave
Con cerca del 3% de las emisiones globales de GEI, comparable a las emisiones anuales de Alemania, el transporte marítimo enfrenta particular dificultad para descarbonizarse. Expertos proyectan que, sin regulación, estas emisiones podrían duplicarse para 2050.
El nuevo marco amplía los compromisos adoptados en la Estrategia de GEI 2023, que estableció la meta de alcanzar cero emisiones netas «para o alrededor de» 2050.
A partir de 2027, buques de más de 5.000 toneladas (responsables del 85% de las emisiones del sector) deberán:
- Reducir progresivamente la intensidad de carbono de sus combustibles
- Compensar excesos de emisiones mediante un sistema de créditos
- Contribuir a un fondo global para financiar tecnologías limpias
Mecanismo financiero innovador
Los ingresos del esquema de compensación alimentarán el Fondo Cero Neto de la IMO, destinado a financiar investigación en combustibles alternativos; apoyar la transición energética en países en desarrollo, y compensar a naciones vulnerables afectadas por el cambio climático
El secretario general de la IMO, Arsenio Domínguez, calificó el acuerdo como «un hito en nuestros esfuerzos colectivos contra el cambio climático y la modernización del transporte marítimo».
Las medidas serán adoptadas formalmente en octubre 2025 y entrarán en vigor en 2027, marcando el primer sistema regulatorio que combina límites obligatorios y precios al carbono para todo un sector industrial a escala global.