Un equipo de empresas del sector energético, liderado por SGP BioEnergy y el Gobierno de Panamá, anunció recientemente el desarrollo del mayor centro de producción y distribución de biocombustibles del mundo.
Una vez completada en cinco años, la Biorrefinería Ciudad Dorada, ubicada en Colón y Balboa, Panamá, será la más avanzada de su segmento y la mayor plataforma de producción de combustible de aviación sostenible (SAF) del mundo, produciendo 180.000 barriles por día (2.600 millones de galones por año) de biocombustible, según publicación de Reuters.
El SAF produce menos emisiones que el combustible de aviación tradicional a base de fósiles al utilizar materias primas como el aceite de soya, aceite de cocina usado y el sebo, pero su producción es más costosa.
Desarrollado en asociación con propietarios privados, Terminales Petroleras de Panamá (POTSA) y el gobierno de Panamá, este proyecto reconvertirá las instalaciones existentes que actualmente procesan y almacenan el 70% del fuel-oil del país para el refinamiento y almacenamiento de biocombustibles derivados de aceites vegetales cultivados a propósito, y grasas y desechos.
La instalación reducirá inmediatamente la producción de carbono en 80%, impulsando la economía de la región y generando más de 1.000 puestos de trabajo en el país centroamericano.
«La posición geográfica única de Panamá, la plataforma logística existente y las zonas económicas especiales hacen que sea el lugar perfecto para esta instalación. Además, tiene el potencial de estimular el sector agrícola de Panamá mediante la producción de materias primas bioenergéticas a nivel local», dijo Laurentino Cortizo, presidente de la República de Panamá.
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Impulso hacia la descarbonización
La refinería se desarrollará en tres fases, cada una de ellas durante un período de cinco años, con el objetivo de aumentar la producción en 60.000 barriles diarios en cada fase.
SGP BioEnergy ha seleccionado a Fluor, empresa de ingeniería, para la adquisición y construcción de refinerías, junto con su filial ICA Fluor, con sede en México, para realizar el estudio de ingeniería inicial.
«El transporte representa el 27% de las emisiones de gases de efecto invernadero y la única forma de descarbonizar muchos sectores -como el de la aviación- es integrar los combustibles fósiles con biocombustibles compatibles», dijo Randy Delbert Letang, director general de SGP BioEnergy.
«Esta instalación no solo pone en línea combustibles más limpios a corto plazo, sino que su construcción en un centro neurálgico del comercio mundial, que da servicio a más de 1.000 puertos, cataliza la industria a largo plazo al ofrecer inmediatamente un menor coste de los biocombustibles, reducir los residuos y revolucionar la economía de las explotaciones», señaló Delbert.
Para financiar el proyecto, SGP BioEnergy se asoció con Goldman Sachs para identificar inversores que compartieran la visión de la empresa de una mejor combinación energética que incluyera el biocombustible renovable.
Una innovación clave que hace posible la instalación es la tecnología de la empresa danesa Topsoe que se utiliza en más de una docena de instalaciones en todo el mundo, y cuenta con más de 650.000 barriles diarios de capacidad renovable.
Las aerolíneas se han comprometido a utilizar biocombustibles para mantener un millón de vuelos y reducir las emisiones de dióxido de carbono en una media del 70%.
«La Agenda de Transición Energética de Panamá está creando oportunidades de transformación que nos están posicionando como un país innovador que entregará Combustibles Limpios para dejar de lado la era de los combustibles fósiles. Hoy en día, el país está ampliando su papel como un centro regional de energía, al tiempo que apoya la agricultura local»
Dr. Jorge Rivera Staff, secretario nacional de Energía de Panamá
Redacción | Antonio Vilela