La transición global hacia energías limpias podría conducir a una reevaluación significativa de las relaciones geopolíticas, lo que podría respaldar el surgimiento de nuevos poderes globales, según un nuevo informe publicado por la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA, por sus siglas en inglés).
El informe, titulado «Geopolítica de la Transformación Energética: El Factor Hidrógeno«, indica que Australia está bien posicionada para mantener su estatus como exportador líder mundial de energía, siempre que aproveche su potencial de producción de hidrógeno renovable, incluso cuando la demanda mundial de combustibles fósiles disminuya y competidores presenten progresos.
La última evaluación de IRENA sugiere que una industria emergente del hidrógeno podría remodelar las relaciones políticas y económicas globales, atrayendo nuevos participantes al mercado energético global y remodelar los roles de los poderes actuales del mercado energético.
La evaluación de IRENA encontró que el hidrógeno renovable podría ser un foco mucho más importante del comercio internacional en comparación con los combustibles fósiles, pronosticando que hasta el 30% de la producción mundial se comercializaría a través de las fronteras de los países para 2050, una proporción mucho mayor en comparación con el gas fósil.
“Es el hidrógeno verde lo que traerá nuevos y diversos participantes al mercado, diversificará las rutas y los suministros y cambiará el poder de unos pocos a muchos. Con la cooperación internacional, el mercado del hidrógeno podría ser más democrático e inclusivo, ofreciendo oportunidades tanto para los países desarrollados como para los que están en desarrollo”, dijo el director general de IRENA, Francesco La Camera.
Potencial geoestratégico
IRENA identifica a Australia entre un grupo de países con potencial para producir hidrógeno a bajo costo y en volúmenes que probablemente excedan significativamente sus propias necesidades internas y, por lo tanto, con grandes probabilidades de convertirse en exportadores líderes de hidrógeno.
Por otra parte, el informe indica que Australia, Arabia Saudita y los Estados Unidos son algunos de los mayores exportadores de energía en la actualidad, faceta que podrían conservar aun teniendo en cuenta que se enfrenten a un mercado mucho más competitivo, ya que el hidrógeno verde se puede producir en casi cualquier lugar.
En este grupo también fueron incluidos países que durante mucho tiempo han sido importadores netos de energía, como Chile, Marruecos y Namibia, que tienen el potencial de emerger como los principales exportadores mundiales de hidrógeno renovable, e impulsar un cambio fundamental en su estado dentro del sistema energético mundial.
“Para estos países, una transformación de hidrógeno verde representa un cambio completo, ya que un amplio potencial renovable abre nuevas posibilidades. Los países que logren convertirse en importantes exportadores de hidrógeno verde y combustibles derivados también ganarán en importancia geoestratégica”, agrega el estudio.
La organización sugiere que esto podría conducir a relaciones más sólidas entre países, con mayores interdependencias en una economía global del hidrógeno, con países que potencialmente juegan diferentes roles en su producción y en la fabricación de tecnologías derivadas, como electrolizadores y celdas de combustible.
Por último, IRENA señaló que el crecimiento del hidrógeno renovable estaba respaldado por el rápido aumento de las tecnologías de energía renovable, como la eólica y la solar, que tienen el potencial de remodelar por completo los mercados energéticos mundiales, en lugar de simplemente reemplazar el papel de los combustibles fósiles dentro de ellos.
“El hidrógeno está claramente en la revolución de las energías renovables, con el hidrógeno verde emergiendo como un cambio de juego para lograr la neutralidad climática sin comprometer el crecimiento industrial y el desarrollo social (…) Pero el hidrógeno no es un nuevo petróleo, y la transición no es una sustitución de combustible, sino un cambio a un nuevo sistema con alteraciones políticas, técnicas, medioambientales y económicas»
Francesco La Camera, director de IRENA
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Redacción | Antonio Vilela